¿Te has preguntado alguna vez cómo quieres que tus clientes te conozcan?
¿Que quieres que piense tu cliente al ver tu imagen corporativa?
¿Quieres que piensen que tu negocio es agresivo?
¿Quizás que sea una empresa joven?
¿O que a lo que a ti te va es la tecnología?
Piensa que en un mercado tan competitivo, no solo tus productos deben diferenciarse de los de la competencia, sino que debes permitir que tus clientes te identifiquen para poder elegirte por encima de otras opciones.
Este proceso de identificación se consigue con una imagen corporativa potente, que hable de tu negocio, sugiera lo que haces y permita que se te reconozca y se te asocie con unos determinados valores solo con un golpe de vista.
A tener en cuenta al crear nuestra imagen corporativa
La imagen corporativa, en contra de lo que se suele pensar, no es tan solo el logo.
Se trata de una serie de determinaciones basadas en aspectos psicológicos, sociales y gráficos que deben ser desarrollados a conciencia y siguiendo una serie de pasos que se orientan a conseguir los objetivos buscados.
En ocasiones, no se ponen todos los medios necesarios para lograrlo, y esto puede hacer que el resultado no sea lo suficientemente bueno o que la imagen se tenga que cambiar cada poco tiempo.
¿Por qué pasa esto?
Simplemente porque muchas personas no conocen el impacto que la imagen corporativa tiene en su negocio.
A partir de ahora te plantearé una serie de preguntas clave al realizar tú primer análisis corporativo para iniciar el proceso de creación de tu imagen corporativa.
Estudio previo
El primer paso para lograr que tus clientes identifiquen de forma correcta tu marca es realizar un exhaustivo estudio sobre los aspectos más relevantes de tu negocio que te permitirá determinar cuál es tu nicho de mercado, cómo quieres que te conozcan y cómo te dirigirás a tu público.
¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo
Lo primero que debes preguntarte es qué tipo de producto o servicio quieres ofrecer.
Por supuesto, estoy segura de que tienes mucho que dar a tus clientes, pero debes seleccionar aquello que verdaderamente te identifica y que crea una necesidad real en tu público objetivo.
Recuerda que todo esto debe estar basado en tu plan de negocio, y que si no tienes uno este será el primer paso a seguir para lograr tus objetivos empresariales.
El siguiente paso es preguntarte: Mis clientes, ¿que deben pensar de mi?
Es importante que tu imagen corporativa hable de tu negocio y que además lo haga de forma realista.
Procura no atribuir a tu empresa habilidades que no puedes cubrir, ya que podría resultar muy perjudicial si no eres capaz de resolver las demandas de tus clientes.
Para ello, haz un análisis completo de qué quieres ofrecer y selecciona los servicios que crees que pueden crear una necesidad mayor en tu público objetivo, estos son, posiblemente, los que deberás comunicar a tus clientes, aunque recuerda que es importante añadir un elemento de diferenciación en relación a tu competencia.
Tómate tu tiempo y pregunta a amigos, familiares o conocidos si les resultaría atractiva una empresa que define su actividad con los servicios que has escogido.
Una vez pensado cómo quieres transmitir lo que haces, es hora de pensar con qué adjetivos deseas ser percibido por tu público.
¿Crees que tu negocio debe ser considerado sólido, agresivo, competitivo, tecnológico, elegante, humilde, joven, experimentado…?
Escoger tus adjetivos perfectos no es una tarea nada fácil, pero va a determinar tus objetivos a la hora de crear tu imagen de cara al público al que va dirigido tu negocio.
Este proceso puede hacerse mediante un brainstorming con la ayuda de otras personas que te ayudarán a escoger las mejores calificaciones posibles.
¡Ahi va un truquito! Anota una serie de conceptos y pídeles que marquen aquellos adjetivos que les gustaría encontrar en una empresa de tu mismo sector.
¿Sabes ya cómo vas a desarrollar tu actividad y cómo te comunicarás con tu público?
La era digital ha traído muchos cambios, sobre todo en los modelos de negocio. Si eres una empresa tecnológica tu imagen debería hacer referencia a este concepto, pero si te diriges a un área geográfica concreta esto también debería aparecer reflejado en cómo llegas a tus clientes.
Tómate un tiempo para pensar cuál es tu forma ideal de comunicación y plásmala en tu imagen.
Otro punto importante es saber qué lenguaje utilizarás para dirigirte a tus clientes.
Este es un aspecto crucial a la hora de definir tu imagen de cara al exterior, que dependerá del tipo de relación que quieres establecer con tu público. Piensa en empresas de la competencia que lo estén haciendo de varias formas y elige a cuál te gustaría parecerte.
Este punto va muy unido a la siguiente propuesta que te planteo:
Piensa con qué otras empresas de tu sector quieres que te relacionen, sobre todo de cara al trato con el cliente.
Es importante evitar las referencias a otros negocios que no cumplen con tus expectativas o no encajan en tu modelo de negocio, así que ármate de paciencia y estudia la actitud de tus competidores directos.
Estas preguntas deben ser planteadas antes de comenzar a desarrollar tu identidad de marca y una vez que lo tienes claro, comenzará todo un complejo proceso que incorpora diferentes actividades para conseguir un resultado perfecto.
Para que las entiendas, voy a señalarte algunos elementos que componen la imagen y la identidad corporativa de una empresa.
Elementos que componen una identidad corporativa
Es ahora cuando tu proyecto empieza a adquirir un tono más visual y cuando entran en juego los elementos de diseño encargados de construir tu imagen. Toma nota de los aspectos más importantes y ponte a trabajar.
Colores
Para conseguir los objetivos que te has planteado al principio del análisis, debes escoger aquella paleta cromática que transmita los adjetivos que has elegido para tu negocio.
¿Cómo debes hacerlo?
En base a estudios psicosociales sobre la atribución de los colores y a experiencias de otras empresas del sector. Es decir, que para llevar a cabo este paso no basta solo con considerar que un color queda mejor que otro, sino que hay todo un estudio previo que permite determinar porqué se escoge uno en vez de otro.
Por ejemplo, los colores cálidos indican proximidad, de forma que si has elegido tener un trato personalizado con tus clientes debes tirar por ese lado.
Si por el contrario buscas tener una actitud más distante pero profesional debes incluir en tu imagen colores cercanos a los azules y los grises.
Logo
Es una parte muy importante de la identidad corporativa pero, como te decía y en contra de lo que algunos piensan, no es la única.
Esta imagen debe transmitir no solo lo que haces y lo que se te da bien, sino aquellas emociones que quieres despertar en tus clientes y que son consecuentes con la elección de los colores.
Por supuesto, también es muy importante que el nombre de tu negocio contemple estas opciones, aunque seguramente ya lo tendrás escogido.
¿Te animas?
Eslogan
Es una parte de tu identidad corporativa que describe tu sector de actuación y tus características y habilidades.
Aunque no todas las marcas lo tienen, puede ser útil para intentar transmitir lo que no pudiste hacer en el logo, sobre todo si tus actividades y dedicaciones son amplias.
Esta parte debe estar muy bien pensada, y seguramente tendrás que sentarte de nuevo con tus amigos o familiares para tratar de encontrar una buena frase que defina totalmente tu negocio.
Ventajas de crear una buena imagen corporativa a tiempo
Ahora que te encuentras en pleno proceso de creación, quiero hablarte de las ventajas que este paso tendrá para tu negocio.
- La primera y más obvia es que te permitirá tener presencia y comunicar quién eres a tus clientes. De esta forma, podrás utilizarla en el nombre de tu local e incluso decorarlo de forma que se pueda identificar fácilmente y cueste poco trabajo encontrarlo.
- Podrás crear una web que te permita tener presencia en Internet y comience a crear fidelidad entre tus clientes que se encuentran en esta plataforma. Es crucial que tu imagen corporativa se utilice en tu página, de forma que el diseño o programación de tu web debe incorporar una interfaz perfecta para transmitir tus conocimientos, servicios y productos a tu público objetivo y por supuesto utilizar la paleta de colores elegida.
- Te permitirá gestionar y generar diferentes productos de marketing para dar a conocer tu negocio. Así, podrás crear cartelería, catálogos, tarjetas de visita o flyers que incluyan tus colores, logo, eslogan y todos los elementos que has diseñado previamente. Con esto conseguirás que tu imagen quede grabada en la memoria de tus posibles clientes y se empiecen a vincular adjetivos y emociones a tu marca. Por supuesto, estas estrategias deben obedecer a tu plan de marketing.
Lo que pasa en realidad
Quizás a estas alturas estarás diciendo que, aunque sea crucial, todos estos pasos pocas veces se llegan a desarrollar por todas las empresas, y tienes razón.
La mayoría de los negocios no cuentan con una imagen corporativa profesional, simplemente porque no le dan la importancia que se merece.
Entre ellos destacan aquellos negocios que cuentan con una identidad de empresa que se ha quedado obsoleta o que ya no funciona bien en el mercado.
Esto es así porque hace unos años la competencia no era tan elevada e Internet aún no había calado lo suficiente para que la diferenciación fuese un concepto clave en la creación de un negocio y en la forma de abordar su actividad.
Otras empresas no realizan un estudio previo de los objetivos a conseguir a través de la identidad de marca, y se limitan solo a escoger los colores o formas que más les gustan en ese momento. Esto puede llegar a ser un problema que es posible que derive en un problema de imagen, y solucionarlo será más complicado de lo que piensan.
Cómo podemos solucionar un error de identidad corporativa
Si crees que estás en un callejón sin salida porque lo has hecho mal desde el principio, no te preocupes. Respira hondo porque hay solución.
Lo primero que tienes que hacer es volver al principio de este artículo y seguir todos los pasos que te recomiendo, realizando un estudio previo basado en tu plan de negocio. Este será un poco distinto que el proceso que parte de cero, dado que deberás tener en cuenta tu imagen anterior y actuar en consecuencia.
Una vez que has seguido estos pasos y creado tu nueva imagen, es hora de implementarla, y para ello debes seguir estos consejos:
- No debe ser un proceso brusco. Piensa que tus clientes ya te conocen de una determinada manera, y si de pronto lo cambias todo puedes confundirlos. Intenta hacer campañas de marketing que les informen del cambio, tanto de forma directa (boca a boca) como con carteles, emails o comunicaciones telefónicas. Haz una estrategia de mercadotecnia detallada para llevar a cabo la mejor campaña informativa y conseguir el objetivo marcado.
- Sustituye tu imagen en todos los sitios donde esté presente, o al menos inténtalo. Esto permitirá que en un futuro no haya confusiones o que se solapen los dos diseños y tus nuevos clientes sepan cuál es el nuevo.
- Recuerda que volver a hacer este proceso puede ser muy duro, así que asegúrate de que tu nueva imagen es perfecta para tu negocio para no tener que empezar de cero en pocos años.
Tu objetivo principal es hacerte un hueco en el mercado, y la imagen corporativa es un elemento crucial para conseguirlo.
¿Te ha resultado útil este artículo?
¿Pondrás en práctica mis consejos?
Anímate y cuéntanos aquí tus ideas, inquietudes, y porque no, muéstranos tu idea de imagen corporativa. Seguro que entre todos podemos ayudarte.
Recuerda que en un negocio existen muchos aspectos que debes tener en cuenta para conseguir todos tus objetivos y tener el éxito que estás buscando.